El Trastorno de Déficit Atencional e Hiperactividad (TDAH) es un diagnóstico cada vez más habitual, por lo que resulta clave saber identificar cuándo es necesario consultar o qué señales nos podrían alertar respecto a que nos enfrentamos al TDAH.
La psicopedagoga de Centro Médico Cetep, Victoria Albornoz, fue entrevistada al respecto el pasado 26 de marzo en el programa A Desalambrar la Salud Mental, que transmite Radio Universidad de Chile; ocasión en la que hizo una completa revisión a lo que significa tener TDAH y cómo tomar cartas en el asunto.
“El Trastorno de Déficit Atencional e Hiperactividad es un problema de Salud Pública. Así tal cual. La Organización Mundial de la Salud ha definido que el TDAH es una patología prevalente de Salud Mental Infanto Juvenil, y está entre los objetivos de desarrollo la meta de disminuir los factores de riesgo que desencadenan la predisposición genética a tener el TDAH y también aumentar las posibilidades de pesquisa temprana, por ende de diagnóstico y tratamiento a tiempo, para disminuir los efectos de un diagnóstico tardío”, explica sobre la importancia que debe darse a este tema, evitando bajar el perfil a las primeras señales de alerta.
Precisamente, la especialista da cuenta de que los padres suelen naturalizar ciertas conductas, retrasando el diagnóstico oportuno.
Para hablar de Trastorno de Déficit Atencional e Hiperactividad, confluyen 3 criterios principalmente. “Estamos hablando de problemas de atención, problemas de control de la impulsividad y problemas de la hiperactividad. Y podríamos tener combinaciones e ellos, más los factores personales”, detalla sobre el abanico de un cuadro que va más allá de las dificultades para modular o dirigir la atención.
Efectivamente, la especialista de Centro Médico Cetep da cuenta de cómo confluyen estos tres aspectos, siendo cada caso distinto entre sí.
“Hay veces en que la hiperactividad es tanta, que tu cerebro no se puede dividir. O se mueve o atiende (no ambas). Entonces por presencia o por predominio de la hiperactividad, por desencadenante secundario, la atención disminuye. Y hay otros casos en que la persona principalmente es desatenta y puede que no tenga hiperactividad, pero se le pierden las cosas, se desorienta en el tiempo”, explica Albornoz.
Claves de la detección temprana
No naturalizar. Para la psicopedagoga de Cetep, una medida clave es no naturalizar. “Ocurre mucho que un niño que ya presentaba algunas sintomatologías a los 4 años, sus padres llegan a la consulta a los 8 años y ambos dicen es que es igual al papá o a la mamá, y por haber sido igual, los padres validan o naturalizan”, advierte respecto de diagnósticos tardíos.
Observar en distintos contextos. Victoria Albornoz explica que es muy importante observar al niño o niña en los diferentes contextos en que se desenvuelve. “Ver si logra seguir instrucciones, si esperan su turno, si pierden objetos, si se desorientan en los tiempos… Uno tiene que comparar también al niño con sus pares. Observar en un cumpleaños, en un supermercado, en lo cotidiano”, plantea la especialista.
En este aspecto hay que ser riguroso en que este tipo de conductas se deben observar en más de un contexto, porque si sólo ocurre en la casa, podría tratarse de un tema de crianza.
Asertividad. A juicio de la profesional, el otro punto importante que nos podría dar luces respecto a que estamos en presencia de TDAH, tiene relación con observar el efecto disocial que tiene la conducta del niño. “Cuando una persona no atiende o no controla impulsos también es poco asertiva, dice las cosas muy directamente y puede ser hiriente. Se da cuenta después y se siente culpable y ese niño sufre mucho por dañar a otro. Pero ese otro no entiende que ese niño tiene una condición especial y a veces incluso no diagnosticada”, plantea Albornoz.
Precisamente, el costo de este tipo de conducta impulsiva muchas veces implica aislamiento social. “A ese niño probablemente ya no lo invitan a los cumpleaños, la exclusión también es parte de los apoderados que dicen que no se junten con él…. Empieza un círculo vicioso donde hay aislamiento social, dificultades de competencia académica producto de la atención, con una cierta estigmatización del comportamiento conductual y un bajo autoconcepto, que generan una mirada bastante negativa en torno a la evolución que podría tener ese niño si tuviese diagnóstico temprano y apoyo integral de profesionales que pueden estar apoyando a la familia y a los equipos educativos”, detalla la profesional.
Escuche la entrevista completa en el siguiente enlace: A Desalambrar la Salud Mental – 26 de marzo 2018.
A Desalambrar la Salud Mental se transmite todos los lunes a las 18:00 horas en la señal de Radio Universidad de Chile, en el dial 102.5 FM.
Victoria Albornoz es psicopedagoga de Centro Médico Cetepwww.cetep.cl.
Crédito imagen: CESMERR