En un mundo donde el ritmo de vida y las exigencias laborales y personales crecen sin pausa, el cuidado de uno mismo se convierte en un acto de valentía y amor propio, no en un capricho. El autocuidado no solo beneficia nuestra salud, sino que también mejora la calidad de nuestras relaciones, desempeño laboral y bienestar general.
Una realidad alarmante en Chile
Según el estudio Burnout 2024 de Laborum, el 89 % de los trabajadores chilenos reportan experimentar síntomas de agotamiento emocional y estrés crónico, una cifra que refleja la urgencia de actuar de manera consciente y sin culpa cuando se trata de preocuparnos de nuestra necesidad de descanso.
Este nivel tan alto de desgaste crónico no solo afecta la productividad, sino que también deteriora la salud física y mental, subrayando la importancia de incorporar prácticas de autocuidado en nuestra rutina diaria, aunque en un mundo tan ajetreado pueda resultar difícil encontrar espacios para el descanso y el bienestar.
Alejandra Rojas, psicóloga de Grupo Cetep Rancagua señala al respecto: “En un mundo enfocado en el rendimiento, el autocuidado a menudo se malinterpreta. No es algo que se merezca, sino una necesidad indispensable para el bienestar. De hecho, el ejercer nuestro autocuidado es un acto de profunda humanidad hacia nosotros. Tendemos a creer que las necesidades básicas deben ‘ganarse’, pero olvidamos que el cuidado personal es uno de los pilares del bienestar, algo que siempre debe estar presente.”
5 consejos para un autocuidado sin culpa
- Define límites claros entre trabajo y vida personal
Apagar notificaciones fuera del horario laboral, programar descansos y respetar la desconexión son estrategias fundamentales para evitar la sobrecarga emocional.
- Practica autocuidado de manera regular
Incorpora al menos tres actividades semanales que te nutran: una caminata al aire libre, una sesión de lectura, meditación guiada o un tiempo para un hobby creativo. La constancia es clave.
- Habla y comparte tus emociones
Conversar con confianza con amigos, familiares o profesionales rompe el aislamiento emocional. Compartir no es señal de debilidad, sino de fortaleza y valentía.
- Aprende a decir “no” sin culpa
Reconoce tus límites de tiempo, energía y voluntad. Decir “no” a compromisos excesivos o irracionales es un acto de autocuidado y respeto hacia ti mismo.
- Cultiva hábitos básicos y necesarios
Prioriza un buen descanso (7–8 h), una alimentación equilibrada y actividad física regular. Estos pilares mejoran tu resiliencia emocional y capacidad para enfrentar el estrés.
Hacer autocuidado no es un acto de egoísmo: es un gesto de responsabilidad con uno mismo. Cuidarte te da fuerza para cuidar a quienes amas y cumplir con tus responsabilidades con mayor equilibrio y claridad mental.
Este Día Internacional del Autocuidado, date permiso para cuidar tu mente y cuerpo. No esperes a estar «al límite»: la prevención comienza hoy. Y recuerda: pedir ayuda o simplemente dedicarte unos minutos es, en realidad, un acto de valentía.