En el verano muchas personas buscan perder peso para “un verano sin polera”, sin embargo, los riesgos y recomendaciones por parte de los nutricionistas son variados.
Usualmente la gente se pone a dieta en verano, para lograr bajas de peso rápidas. Desde la carrera de Nutrición y Dietética no se recomiendan, ya que limitan mucho la ingesta de alimentos, y no se logra un cambio de hábitos duradero.
Según Verónica Salvo, profesional de Centro Médico Cetep, “Estas dietas generan un efecto rebote, en la cual la persona recupera su peso de antes e incluso más”.
Hay que considerar que los cambios de hábitos se logran a largo plazo, por lo tanto, hacer dietas restrictivas NO ES LA OPCIÓN.
Al restringir ciertos alimentos, luego se genera una gran sensación de hambre y ansiedad, por lo que al finalizar la dieta, usualmente se consumen alimentos de manera excesiva.
Lo anterior provoca un aumento de peso rápido, llegando a aumentar el peso perdido e incluso más.
“En primer lugar, genera mucha angustia, al no poder cumplir con el objetivo” señala la nutricionista de Centro Médico Cetep Sede Las Condes.
Además, el peso excesivo puede dar lugar a enfermedades crónicas que conocemos hoy: resistencia a la insulina, diabetes, hipertensión, colesterol alto, enfermedades cardiovasculares, entre otras.
Verónica Salvo finaliza diciendo “Por lo tanto, es importante alimentarse de manera equilibrada y saludable, para evitar restricciones alimentarias y posteriores episodios de atracones”.
