Hoy resulta difícil imaginar la vida de un adolescente sin redes sociales. Estas plataformas se han transformado en su espacio de socialización, aprendizaje y expresión. Si bien ofrecen múltiples beneficios, también plantean desafíos importantes para la Salud Mental cuando el uso es excesivo o no está acompañado por adultos responsables.
En Chile, un estudio de la Universidad de Chile evidenció que más del 25 % de los niños y adolescentes presentó problemas de sueño asociados al uso de pantallas durante la pandemia. La falta de descanso, junto con la exposición a comparaciones sociales y a contenidos de riesgo, puede aumentar la ansiedad, afectar la autoestima e incluso generar síntomas depresivos.
Esto no significa que las redes sean negativas en sí mismas. De hecho, pueden potenciar habilidades creativas, ampliar conocimientos y fortalecer vínculos positivos. El problema aparece cuando su uso se vuelve compulsivo o cuando reemplaza actividades vitales como el descanso, el estudio, el deporte o el contacto cara a cara.
Teresa Valle, psicóloga de Grupo Cetep señala al respecto: «Es importante señalar que las redes sociales van a tener aspectos positivos y negativos como todo en la vida, por esto, es importante apoyar a nuestros hijos para que estas herramientas tengan el mayor impacto positivo posible. Es importante establecer límites saludables de forma conversada y consensuada.”
El rol de los adultos es acompañar, no controlar en exceso. Conversar sobre lo que los adolescentes ven y comparten, establecer acuerdos sobre tiempos de uso y fomentar un consumo crítico son estrategias fundamentales para equilibrar lo digital con la vida offline.
Consejos prácticos para un uso saludable de redes sociales
1. Establecer horarios de uso y evitar pantallas antes de dormir
Poner límites favorece el descanso y evita que las redes afecten el sueño y el rendimiento escolar.
2. Conversar abiertamente sobre los contenidos consumidos
Hablar de lo que ven y comparten ayuda a los adolescentes a reflexionar críticamente y sentirse acompañados.
3. Promover un uso positivo: creatividad, vínculos sanos, aprendizaje
Guiar hacia actividades constructivas potencia las redes como espacios de crecimiento y no de comparación.
4. Supervisar sin invadir, fomentando la confianza mutua
La vigilancia excesiva genera distancia; la supervisión con respeto promueve seguridad y cercanía.
5. Incentivar actividades fuera de pantalla: deporte, arte, naturaleza
Ofrecer alternativas variadas equilibra el tiempo online con experiencias reales enriquecedoras.
En Grupo Cetep creemos que la Salud Mental debe adaptarse a los tiempos actuales. Nuestra misión es entregar herramientas a las familias para acompañar a los adolescentes en sus desafíos digitales, fomentando un uso equilibrado y consciente de las redes sociales que potencie su bienestar integral.