El impacto del bullying en la SaludMmental infantil 

Experiencia

El bullying escolar es mucho más que una pelea entre compañeros. Se trata de una dinámica de poder que, repetida en el tiempo, daña profundamente la autoestima, el bienestar emocional y la capacidad de relacionarse de quienes lo sufren. No es un problema individual, sino social, que involucra a testigos, familias, escuelas y comunidades enteras. 

En Chile, las cifras muestran la magnitud del problema. De acuerdo con datos de la Superintendencia de Educación, 1 de cada 10 estudiantes declara haber sido víctima de acoso escolar, y en muchos casos, la situación se prolonga por meses o incluso años. El bullying no solo genera dolor en el presente, sino que incrementa el riesgo de depresión, ansiedad y conductas autolesivas en la adolescencia y la adultez. 

El impacto no se limita a las víctimas directas: los testigos también sufren consecuencias emocionales, como culpa, miedo o normalización de la violencia. Esto demuestra que el bullying afecta a toda la comunidad escolar y que requiere un abordaje integral, no solo correctivo, sino también preventivo. 

Teresa Valle, psicóloga de Grupo Cetep señala al respecto: “El bullying, tanto en niños como adolescentes genera problemas de salud mental graves como la ansiedad, depresión, estrés post traumático, baja autoestima, disminución de las habilidades sociales, inseguridad, que pueden persistir hasta la edad adulta, pudiendo incluso llegar a tener intentos suicidas.” 

La prevención comienza en la casa, con la enseñanza de valores como el respeto, la empatía y la resolución pacífica de conflictos. En los colegios, la clave es implementar protocolos claros y fomentar la comunicación abierta. La alianza entre escuela y familia resulta indispensable para enfrentar esta problemática de manera efectiva. 

Consejos prácticos para prevenir y abordar el bullying 

1. Promover espacios seguros de denuncia en las escuelas 
Los niños deben sentir confianza para expresar lo que viven; contar con canales protegidos ayuda a visibilizar y frenar el acoso. 

2. Capacitar a docentes en detección y manejo del acoso 
Profesores formados pueden identificar signos tempranos y actuar de forma rápida y efectiva para proteger a los estudiantes. 

3. Enseñar a los niños habilidades socioemocionales 
Fomentar la empatía, la comunicación y la resolución pacífica de conflictos reduce el riesgo de conductas violentas. 

4. Mantener comunicación fluida entre familia y colegio 
Un contacto constante permite abordar situaciones de forma conjunta y evitar que los problemas se prolonguen en el tiempo. 

5. Establecer protocolos claros de acción frente al acoso 
Normas conocidas por todos garantizan que las denuncias tengan respuesta rápida y transparente, sin dejar espacio a la impunidad. 

En Grupo Cetep trabajamos por un futuro donde la Salud Mental sea protegida desde la infancia. Nuestra misión es apoyar a familias, colegios y comunidades en la construcción de entornos seguros y respetuosos, derribando el silencio y promoviendo una cultura del cuidado y la empatía.